La cola es invisible a simple vista, pero puede verse a través de cámaras celestes durante cada luna nueva.
La cola es invisible a simple vista, pero puede verse a través de cámaras celestes durante cada luna nueva.
Como un cometa que se eleva por el cosmos, a la Luna le sigue una delgada cola de materia irradiada. Y la Tierra pasa directamente a través de ella una vez al mes.
Según un estudio publicado en la revista JGR Planets, la cola lunar está formada por millones de átomos de sodio expulsados del suelo lunar. Estos salen al espacio por los impactos de meteoritos. Luego avanzan cientos de miles de kilómetros por la radiación solar.
La Luna tiene cola y la Tierra pasa a través de ella cada mes.
Una animación que muestra cómo aparece la «cola» de sodio de la Luna desde la Tierra. Solo unos días después de cada luna nueva, cuando la luna se mueve entre la Tierra y el sol, la cola es visible desde la Tierra. (Imagen: James O’Donoghue).
Durante unos días al mes, cuando la luna nueva se encuentra entre la Tierra y el sol, la gravedad de nuestro planeta arrastra esa cola de sodio como un haz largo. Este envuelve la atmósfera de la Tierra antes de lanzarse al espacio en el lado opuesto.
La cola lunar es inofensiva e invisible a simple vista. Sin embargo, durante esos días de luna nueva, el rayo se vuelve visible para telescopios de alta potencia.
Según los autores del estudio, el rayo aparece como una mancha difusa y brillante en el cielo opuesto al sol. Es unas cinco veces el diámetro de la luna llena y 50 veces más tenue de lo que los ojos humanos pueden percibir.
Los investigadores detectaron por primera vez esta mancha de sodio en la década de 1990. Pero aunque la mancha siempre aparece al mismo tiempo en el ciclo lunar, su brillo fluctúa enormemente. Para entender por qué, los autores de estudio utilizaron una cámara para todo el cielo que tomó unas 21,000 imágenes de la luna, de 2006 a 2019.
Notaron algunos patrones predecibles. Por ejemplo, la mancha parecía más brillante cuando la órbita de la luna lo acercaba a la Tierra. Los datos de meteoritos mostraron que la cola de la luna brillaba con más intensidad durante los meses en los que la tasa de meteoros esporádicos era mayor sobre la Tierra.
Cuando los meteoritos golpean a la Tierra, también la Luna recibe su cuota. Y los encuentros esporádicos de meteoritos tuvieron una correlación aún mayor con el brillo de la mancha lunar.
¿La razón de esto? Es posible que los meteoros esporádicos tengan el potencial de ser más rápidos, más grandes y con más energía que los meteroritos regulares en lluvias predecibles, sugirieron los autores del estudio. Los meteoritos que chocan contra la luna con más fuerza tienen más probabilidades de lanzar grandes cantidades de sodio a la atmósfera. Esto crea un enjambre más grande de átomos para que los fotones del sol (partículas electromagnéticas) choquen y los empujen hacia la Tierra.
Si un asteroide lo suficientemente grande se estrellara contra la luna con gran fuerza, podría producir una mancha de sodio que cualquiera en la Tierra podría ver a simple vista, dijo James O’Donoghue, científico planetario.
Mientras tanto, tendremos que contentarnos con saber que, una vez al mes, la cola de la Luna baña a la Tierra con una pizca de polvo de hadas cósmico.
Con información de Live Science.