Su misión era capturar al Mencho, listo para el operativo, horas después fue quemado por el CJNG.

Su misión era capturar al Mencho, listo para el operativo, horas después fue quemado por el CJNG.

Por la mañana el policía federal Iván Morales Corrales se enteró, de voz de su novia, que pronto serían padres por primera vez. Con esa buena noticia ocupando sus pensamientos se fue a trabajar sin saber que por la tarde la vida le daría una nueva sorpresa, ahora desagradable: sería quemado severamente por un ataque del Cártel Jalisco Nueva Generación.

El día más afortunado y desafortunado de su vida

A pesar de las buenas noticias, aquel día Morales debía prepararse para trabajar. Él y otra compañera de la División de Inteligencia de la Policía Federal (PF) tenían asignados una misión en el municipio jalisciense de Guadalajara, en el que además participarían elementos de la Sedena, la Marina, la PGR y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

El objetivo del llamado Operativo Jalisco no era la detención de cualquier criminal, se trataba de nada más y nada menos que uno de los más buscados del país: Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones delictivas más violentas y peligrosas del país.
Ese viernes, cuatro helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana y de la Policía Federal realizaban un recorrido de reconocimiento por los municipios de Casimiro Castillo y Villa de Purificación, lugares donde habían detectado la actividad de este cartel.

Morales viajaba en uno de ellos junto a su compañera, 11 militares y cinco miembros de la tripulación. Durante su vigilancia, el helicóptero donde se encontraba el oficial Morales observó un convoy de vehículos que se comportaban de manera extraña, por lo que se acercó.

De pronto, del convoy salió disparado un cohete proveniente de un lanzador soviético – según se supo después – que pegó en el motor trasero del helicóptero, ocasionando que éste tuviera que aterrizar de emergencia y que, a su caída, se incendiara.

En el ataque fallecieron seis militares y una agente de la Policía Federal; Iván fue uno de los sobrevivientes de un hecho sin precedentes en México.

El derribo del helicóptero sólo fue el inicio de una serie de enfrentamientos y bloqueos que tuvieron lugar aquel día en la zona metropolitana de Guadalajara.

Milagrosa recuperación

Cuando Iván Morales llegó en condición crítica al Hospital Central Militar de la Ciudad de México, los médicos le daban pocas esperanzas de vida. Tenía quemaduras internas y externas en el 70% de su cuerpo.

Pero él quería aferrarse a la vida para conocer a su hijo. Médicos, enfermeras y funcionarios relataron a los medios que a todos en la clínica les decía “voy a ser papá”. Incluso se casó con la madre de su hijo durante su recuperación.

Finalmente, tras varias intervenciones quirúrgicas y contra todos los pronósticos, Iván se estabilizó cinco meses después y poco a poco fue dejando el hospital.

El 23 de diciembre de ese mismo, a siete meses del ataque, el presidente Enrique Peña Nieto le entregó el reconocimiento al Mérito Policial de Primera Clase. Ese día Iván fue recibido en el Auditorio Nacional con una ovación de pie en una emotiva ceremonia para condecorar a más de 7 mil elementos de la Policía Federal.

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