LA BANCA ROJA Y SU LEYENDA (Tlapa de Comonfort, Guerrero)

LA BANCA ROJA Y SU LEYENDA (Tlapa de Comonfort, Guerrero)
Durante la época colonial los privilegios de los españoles en México fueron en todos los sentidos y la provincia de Tlapa no fue la excepción, en gran parte de este periodo Tlapa fue sitio exclusivo de los residentes españoles quienes eran dueños y señores de prácticamente todo, en el aspecto cultural la influencia española se hizo presente en la cotidianidad de la alimentación, vestuario y costumbres, generando un sincretismo que ha transcendido hasta la actualidad. Las construcciones de casas e iglesias fueron erigidas de acuerdo a la influencia de la región española de donde provenían los pobladores ibéricos y los monjes evangelizadores, uno de los espacios públicos creados en esa época fue el zócalo, que al principio fue un sitio exclusivo para los residentes de la colonia española, llegando al grado de someter a la cárcel si algún indígena osaba sentarse en sus bancas, en la esquina suroeste de su interior establecieron una banca pintada de rojo que fue exclusiva de los más influyentes españoles, donde se reunían para platicar y pasar el tiempo, esta tradición se heredó por generaciones a pesar de los cambios de la estructura del espacio al paso de los años; al ocaso de la estirpe española en Tlapa, la banca roja fue usada con el mismo fin ahora por los mestizos adinerados o influyentes, hasta que al transcurso de los años ya durante el siglo XX se convirtió en el sitio preferido de artistas y bohemios, durante las décadas de los años setenta, ochenta y noventa también del pasado siglo fue clásico ver en el transcurso del día frente a la banca roja y bajo la sombra de un frondoso árbol de tlalahuacate una mesa de madera donde se vendían exquisitos polvorones, pan inglés, mazapán casero, pinole y bebidas gaseosas entre otros dulces.
En la remodelación y donación de bancas del zócalo en los años sesentas del siglo pasado se suplió la banca roja de metal con madera por una de concreto y terminado de granito, fechada el año 1964; durante el periodo administrativo municipal 2002-2005 se realizó una remodelación del zócalo incluyendo el cambio de las bancas de granito por unas de hierro forjado respetando la banca roja de granito que se conserva hasta la actualidad.
Hasta mediados del siglo pasado en la cabecera municipal de Tlapa los niños y niñas solo tenían la oportunidad de cursar la educación primaria, los pocos adolecentes que continuaban sus estudios secundarios regularmente emigraban a Chilapa o Puebla, la creación de la primera escuela secundaria en Tlapa a finales del año 1950 brindo la oportunidad de poder continuar los estudios hasta nivel secundaria, desde el principio los estudiantes de secundaria también retomaron como referencia para sus encuentros y reuniones la histórica banca roja.
Jóvenes egresados de la secundaria con la intención de superación emigraban a la ciudad de México para estudiar y trabajar, teniendo la responsabilidad de ayudar a los hermanos menores para que también continuaran sus estudios.

LA LEYENDA DE LA BANCA ROJA
Hace varias décadas existieron cuatro amigos entrañables nativos de Tlapa y desde que iniciaron su amistad tenían la costumbre de tener como punto de encuentro el zócalo del lugar, específicamente la entonces famosa “Banca roja” donde se reunían para salir a otros lados o simplemente sentarse y platicar, con el paso del tiempo al concluir los cuatro el grado máximo de educación que existía en el lugar en ese entonces, dos tuvieron que emigra r a la ciudad de México y los otros dos a distintas ciudades para continuar sus estudios, así que en cada periodo vacacional se volvían a reunir para contarse sus anécdotas, transcurrió el tiempo y por diversas razones cada vez se fueron haciendo menos frecuente sus reuniones, por lo que determinaron una fecha especial en las vacaciones decembrinas para reunirse sin falta por lo menos una vez al año, así pasó el tiempo y llegada la fecha se las ingeniaban para reunirse en el mismo lugar de su añorado Tlapa, hasta que cierto año solo llegaron tres de los cuatro amigos a la cita, uno de los dos que radicaban en la misma ciudad les comentó que el amigo faltante había hablado con el diciéndole que no podría asistir a su acostumbrada reunión anual ya que tenía un asunto muy importante esa fecha. Al siguiente año llego el día de la anhelada reunión y nuevamente solo asistieron tres de los cuatro amigos, solo que en esta ocasión sí acudió el que había faltado el año anterior, se encontraron con la alegría de volverse a ver como cada año y ya platicando uno de ellos le pregunto al amigo que no había acudido a la reunión pasada el motivo de su ausencia, su respuesta dejo impresionados a todos ya que con tristeza les platico que no había acudido por estar en el velorio del amigo que faltaba, a lo que los dos amigos que siempre habían estado presentes en todas las reuniones le contestaron que eso era imposible ya el amigo que no estaba si había acudido a la cita del año anterior e incluso les había dicho que el amigo esta vez presente no había ido por tener un compromiso importante, asombrados los tres concluyeron que el compromiso mencionado fue su propio velorio y que era tanta su amistad que el alma o espíritu del amigo muerto asistió con sus amigos a la cita en la banca roja para despedirse para siempre.

Actualmente la “Banca roja” luce maltratada y en el olvido de lo que históricamente fue.

De Alejandro Morales Ibarra.

Fuente:
Tradición oral Tlapaneca

Referencias bibliograficas:
Jesús Salmerón en Ecos de la Fundación de la Esc. Sec. Fed. “Juan N. Álvarez” 2001.
Moisés Pacheco en Apuntes para la historia de Tlapa. 2014.
Mario O. Martínez. Veredas, Barrancas, Pueblos y Sucesos de Tlapa, Guerrero. 2006.

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